
Todos los asistentes a los partidos hemos visto que la consecución del sexto puesto ha venido con polémica y enfado. Parece mentira que haya sido así. Se atisbaba ya después del partido de Cornellá, los apuros innecesarios contra el Levante, la desidia de Coruña, la inusual conformidad el día del Málaga de un equipo que históricamente siempre se ha caracterizado por lo contrario y el sustito final en el último corner del Rácing.
En nuestro grupo oscense de seguidores rojiblancos el objetivo de estas polémicas y desesperos por la actuación del equipo ha sido el entrenador. No somos distintos a los demás. Caparrós siempre aparece nombrado a la hora de hablar de la campaña que viene. Su continuidad o no dependerá de unas elecciones a celebrar este Verano.

Hasta entonces, disfruten de la clasificación europea. Eso no nos lo quita nadie.
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